REPUBLICANAS ESPAÑOLAS EN RAVENSBRÜCK

Mercedes Núñez Targa

Barcelona, 16 de enero de 1911

Nació en el seno de una familia burguesa en Barcelona el 16 de enero de 1911, en el número 5 de la calle Santa Ana, donde su padre tenía una joyería. Pronto destacó por su afán de independencia, cursando estudios administrativos y vinculándose a organizaciones culturales y deportivas. Ocupó la tesorería del «Club Femenino y de Deportes», la primera entidad deportiva catalana, fundada en 1928, y compuesta exclusivamente por mujeres, también fue socia del Ateneo Enciclopédico Popular, desde 1934, y de Amigos del Sol. Uno de los hitos en su vida profesional fue su trabajo en el consulado de Chile en Barcelona hasta el mes de diciembre de 1936, llegando a ser secretaría de Pablo Neruda, cuando éste ejercía el cargo de cónsul.

En cuanto a su compromiso político, se afilió desde un principio a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y más adelante en el PSUC, donde mantuvo una activa militancia hasta el punto de que, al evacuarse Cataluña, a finales del mes de enero de 1939, la dirección del Partido Comunista le encomendó la reorganización del partido en La Coruña, donde se hospedó en una pensión, al tiempo que trabajaba en una agencia comercial.

El 10 de noviembre de 1939 fue detenida en la ciudad herculina y trasladada a la cárcel de mujeres de Betanzos, donde permaneció aislada en una celda hasta que fue llevada a la prisión provincial de La Coruña, desde donde, el 6 de marzo de 1940, fue trasladada a la cárcel de Ventas, en Madrid. El 25 de octubre de este año fue sometida al Consejo de Guerra sumarísimo (número 57634/1229, Causa 57.634 mil, legajo 4031) a las Salesas de Madrid, que concluyó con una condena de doce años y un día por «auxilio a la rebelión».

Por un error burocrático, fue puesta en libertad provisional el 21 de enero de 1942, y para escapar a la persecución por parte de las autoridades franquistas, decidió huir a Francia, en septiembre de 1942, bajo una falsa identidad, Francisca Colomer, esposa de Puig, cruzando los Pirineos, a pie y en medio de grandes dificultades, que pudo sortear gracias a sus prácticas deportivas de juventud.

Fue detenida por la policía francesa en la localidad de Saillagouse, el día 7 de septiembre de 1942, y cerrada en la prisión de Perpiñán, bajo la acusación de «paso clandestino de la frontera», hasta que fue excarcelada el 8 de octubre de 1942, para acabar siendo internada en el campo de Argelès. Entretanto en Barcelona, se había dictado una orden de búsqueda y captura contra ella, publicada en el Boletín Oficial de la provincia, el día 14 de octubre.

En enero de 1943 se incorporó a la Resistencia francesa, como mujer activa de la 5ª Agrupación de Guerrilleros Españoles del Departamento de Aude y actuando como enlace bajo el seudónimo de «Paquita Colomer». Más adelante obtuvo el rango de sargento de los FTPF (Francs Tireurs te Partisans de France).

Mercedes fue detenida el 25 de mayo de 1944, y acabó por ser conducida al «Fort de Romainville», donde conoció la madrileña Constanza Martínez. El día 14 de junio de 1944, junto a Constanza y las otras compañeras de infortunio comenzó el infernal viaje en tren hacia el campo de concentración de mujeres de Ravensbrück, donde llegaron el 23 de junio de 1944, después de permanecer unos días en Sarrebruck.

En el campo de Ravensbrück se le adjudicó la matrícula 43225, y conoció a otros deportadas, como Neus Catalá, Lise London. Al poco tiempo, el 21 de julio de 1944, fue enviada al «Kommando» HASAG, cerca de Leipzig, con un nuevo número de matrícula, el 4068, grupo de trabajo formado por seis mil mujeres, entre ellas ocho españolas, Constanza Martínez Prieto, Carmen Boatella, Mercedes Bernal, Marita, Elisa Ruiz, María Ferrer, conocida como Conchita, y María Benítez Luque. Las penalidades de la esclavitud y de las condiciones de vida infrahumanas acabaron con su salud, hasta el punto de que el mismo día en que los americanos liberaron el campo, el 14 de abril de 1945, Mercedes había sido incluida en un » transporte «en la cámara de gas desde la enfermería del campo de Leipzig-Schönefeld donde había sido ingresada afectada de escarlatina y tuberculosis. Con alguna de sus compañeras, fue repatriada a Francia el día 24 de mayo de 1945.

Mientras estaba ingresada en el Hospital Bichat de París para recuperarse de las secuelas de la deportación, no dudó en desplazarse en un tren hospital en Carcasona, el 27 de julio de 1945, para participar como una de los veintisiete testigos de la acusación en el juicio incoado contra René Bach, su torturador de la Gestapo, y que terminó condenado a muerte y fusilado en septiembre del mismo año.

Meses más tarde, cuando Mercedes permanecía en el centro de convalecencia de Meillon (Bajos Pirineos), que dependía del «Unitarian Service Comittees», entonces vinculado al Hospital Varsovia de Toulouse, dirigido por médicos republicanos, conoció a Medardo Iglesias Martín, ex capitán republicano de la Guardia de Asalto en Madrid. Medardo había sido internado en los campos de África del Norte después de un largo periplo en el barco Stanbrook, que le llevó, junto a 2.835 personas, desde el puerto de Alicante hasta Oran, el 28 de marzo de 1939.

Mercedes recibió varias condecoraciones del gobierno francés por su labor resistente: la «Legión d’Honneur» (máxima condecoración civil francesa) en 1959, la Medalla Militar (máxima condecoración militar francesa), la Cruz del Combatiente Voluntario de la Resistencia, la medalla de la Deportación e Internamiento por hechos de Resistencia, la Cruz de Guerra 1939-1945 y la Cruz del Combatiente.

Para dar cumplimiento a su promesa ante sus compañeras de cautiverio en la cárcel de Ventas, Mercedes comenzó a escribir, a partir de los años 50 «Cárcel de Ventas», publicado en París en 1967, con el prólogo del poeta Marcos Ana, encarcelado 23 años en varios cárceles franquistas y al que Mercedes había apadrinado durante su cautiverio; la obra fue traducida al gallego “Cárcere de Ventas”. Otra de sus obras capitales recoge su testimonio de resistente y deportada, iniciada a finales de los años 60, en la que dio por título «Destinada al crematorio» , y que fue publicada en catalán, en 1980, con el título “El carretó dels gossos”.

En 1975, a la muerte del dictador, Mercedes y Medardo regresaron a España para continuar con su compromiso de militancia y preparar las primeras elecciones democráticas de 1977. En paralelo, comenzó su labor de difusión, con conferencias en colegios e institutos de Galicia y Cataluña y con la participación en charlas y debates radiofónicos y televisivos, sin que faltara la aportación de su testimonio en la prensa escrita. Completó su labor a partir de su colaboración con la Amical de Mauthausen y otros campos, de la que, en 1983, fue nombrada delegada en Galicia, llevando a cabo la importante tarea de elaborar el censo de los más de 200 gallegos muertos en los campos de concentración nazis y difundirlo en los medios periodísticos.

Mercedes Núñez murió en Vigo, el 4 de agosto de 1986.

Fuente: Pablo Iglesias Núñez
http://www.barceloninsdeportats.org/es/699/nunez-targa-merce/biografia.html